Aseguran que en la iniciativa hay desinformación sobre el impacto ambiental de la actividad |
Por medio de un documento sectorial, las distintas entidades y cámaras empresarias, adelantaron su posición sobre la iniciativa de obligar a forestar un 20 por ciento de especies nativas en planes de bosques cultivados
Por Patricia Escobar
MISIONES (18/9/2008).- El Foro Forestal Misiones expresó su desacuerdo sobre los fundamentos del reciente proyecto presentado en la Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones, que propone la inclusión de un porcentaje no menor al 20% de árboles nativos y/o frutales distribuidos de manera uniforme en la superficie afectada al bosque implantado, con el objetivo de preservar la biodiversidad de la flora y la fauna de la provincia. No obstante a ello, los integrantes del foro integrado por la Asociación Forestal Argentina (Afoa) Regional Nea, Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap),Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y NE de Corrientes (Apicofom), Asociación Forestal Mesopotámica (Afome), Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform), Colegio de Ingenieros Agrónomos de Misiones (Ciam) y la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (Aptm), valoraron la apertura de la Comisión de Desarrollo Forestal, Agropecuario y de Cooperativas de la Cámara de Representantes de Misiones, de mantener una agenda abierta con todos los actores de la actividad. «Dicha apertura permitiría acercar el conocimiento técnico del sector, integrando de este modo la posibilidad de encontrar una propuesta superadora», señalaron. De esta manera, por medio de un documento sectorial, el sector foresto-industrial marcó por primera vez su posición sobre el proyecto de ley que impulsa el diputado Orlando Schuster -autor del proyecto- y que cuenta con el acompañamiento de presidente de la legislatura, Carlos Rovira. negrita/Superposición de leyes/negrita Desde el Foro sostienen que «el proyecto se superpone, y en algunos casos se contrapone, con los principios, objetivos y definiciones de la abundante legislación vigente y políticas estratégicas establecidas para el desarrollo del sector foresto-industrial (Ley 13273 de Promoción Forestal, Ley 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, de reciente sanción; Ley 25080 de Inversión para Bosques Cultivados; Ley Provincial 854, Régimen Legal sobre Bosques y Tierras Forestales; Ley Provincial 3426, Fajas Ecológicas y Bosques Protectores, como así también a los planteos oficiales estratégicos establecidos, por ejemplo, en el Plan Maestro Forestal, entre otros)». Asimismo, remarcaron que además está la «la ley de Bosques Nativos, que ya establece los criterios para la definición de las zonas de conservación y producción, por lo que un proyecto de este tipo desarticula la gestión integral del territorio, quitando toda lógica a los principios de ordenamiento». negrita/Forestación sustentable/negrita Por otra parte, los dirigentes del foro expresaron su preocupación sobre los fundamentos expuestos en el proyecto, considerando que en su redacción «condenan a una de las actividades más nobles, que da sustento concreto a la economía regional y que además de beneficios económicos, comprende una serie de ventajas diferenciales en términos ambientales y sociales”. En tal sentido, indicaron que “dichos fundamentos, responden más a mitos y/o desinformación, que al conocimiento técnico y científico asociado», expresaron en el documento. Consideraron que entre las principales amenazas para la biodiversidad y conservación de los bosques nativos se encuentran la intrusión, entre otras actividades productivas, pero a pesar de ello, «es la provincia que tiene la mayor proporción de su territorio bajo sistemas de conservación. Y en la actualidad, la actividad forestal ocupa sólo el 11% de la superficie de la provincia, siendo además la única a la que se le exige estudio de impacto ambiental». De esta manera, desde el Foro Forestal expusieron que «los fundamentos del proyecto omiten además uno de los principales atributos de la actividad de cultivo de bosques. Ante la demanda insatisfecha de productos forestales, el bosque implantado, se constituye en una herramienta concreta de sustentabilidad, como alternativa renovable para restar presión sobre el bosque nativo para atender dichos mercados, estimándose que cada hectárea cultivada con pinos evita la explotación de entre 20 y 50 hectáreas de bosque nativos». Por otro lado, sostuvieron que «en la actualidad la mayor parte de la actividad se desarrolla sobre suelos anteriormente cultivados o capueras». Los forestales adelantaron que «está técnicamente comprobado que el cultivo de pino, además de constituir la única posibilidad de actividad rentable sobre suelos degradados, recupera la fertilidad de los mismos, evita la erosión y captura grandes cantidades de CO2 contribuyendo, de este modo, al equilibrio del efecto invernadero, entre otros importantes beneficios ambientales que el mismo genera», concluyeron.