Últimas noticias

Opinión

Empresarios creen que ya se enfrió la actividad económica

Precoloquio de IDEA: primer encuentro de ejecutivos en Rosario

Empresarios creen que ya se enfrió la actividad económica La inflación, el conflicto con el campo y la falta de energía son las principales preocupaciones.

Fuente: La Nacion

ROSARIO(26/6/2008).- Hay un freno en la economía. Guste o no. Se nota no sólo en el discurso, sino incluso en algunas manifestaciones de hartazgo de muchos ejecutivos. Por lo general propensos al silencio, los hombres de negocios se mostraron ayer más locuaces en esta ciudad, durante el Precoloquio de IDEA, y coincidieron: por el conflicto agropecuario, la inflación y el deterioro en las expectativas, la actividad crece significativamente menos. Algunos predicen más desaceleración para el segundo semestre. Algo cambió. Como si esta ciudad, que descolocó al Gobierno semanas atrás con una protesta de 200.000 personas, los hubiera despojado de la timidez que envuelve, desde hace por lo menos cinco años, a la dirigencia empresarial. Lo había anticipado hace un año y medio, en este mismo foro, el presidente de una empresa de servicios públicos a LA NACION: «Todos van a empezar a hablar más en el futuro. ¿Sabe por qué? Porque la rentabilidad ya no va a ser la misma». El más terminante fue Miguel de Achával, gerente general de la agroalimentaria Cactus Argentina, controlada por Tyson, el frigorífico más grande de los Estados Unidos: «Yo creo que ya tenemos un proceso de recesión importante. Lo veo en mis 400 empleados, que tienen muchas menos ganas de gastar. Todos nos hemos retraído un poco. Yo salgo menos a comer. ¿Hace cuánto tiempo que usted no va a comer?». De Achával no se parece en nada a un chacarero; sus modos son más bien los de un ejecutivo de Manhattan. Admirador de Alfredo De Angeli, de quien espera que «no se le suban los medios a la cabeza», cree sin embargo que la actividad económica puede recuperarse rápidamente. «Así como en 100 días podés pararla, en otros cien días la podés revertir», dice. Otros no se atreven a ese pronóstico. Arturo Acevedo, presidente de Acindar, está convencido de que la Argentina crecerá menos en el próximo semestre. Pero no sólo por la crisis agropecuaria -que define como «una situación lamentable que estamos atravesando por una estupidez y nos afecta a todos»-, sino por otros problemas no resueltos: inflación, escasez de energía (ver aparte), aumento de costos. Dice que, este año, los costos de Acindar subieron entre 20 y 25%, pero por el paro agropecuario, la compañía dejará de exportar este año 100.000 toneladas de acero, el equivalente al 15% de la facturación. «El negocio nuestro es construcción, y la construcción está atada a las expectativas. Cuando hay incertidumbre, la gente no invierte», afirmó. Una periodista le preguntó si no temía que la siderurgia se convierta, como el agro o el petróleo, en objeto de más retenciones. Hizo un gesto como quien dice no saberlo y se despidió con una frase para definir la situación: «La siderurgia es negocio en todo el mundo; en la Argentina también, pero está perdiendo rentabilidad». Inmóvil, a su izquierda, sin abrir la boca, escuchaba Clarisa Estol, presidenta del Banco Hipotecario. Estol coincidió en algunas cosas. «Como dijo Arturo, en una situación así, la gente posterga algunas decisiones. Pero no es una cuestión estructural», afirmó, y agregó que todo había cambiado desde octubre del año pasado, con la crisis financiera global: predominaban entonces los créditos hipotecarios sobre los préstamos al consumo, y ahora ocurre al revés. «Yo tengo buenas perspectivas para el segundo semestre: los créditos al consumo andan muy bien», concluyó. Inquietan los precios. El francés Raoul Fenestraz, dueño de la cadena hotelera Relais & Chateau, de Córdoba, ensayó una ironía y recogió aplausos: «Los números del Indec me sorprenden. Mi contador me dice que tenemos que desembolsar, en 2008, tres veces lo de 2005. Así que algo de inflación debe haber «. Años atrás, este mismo foro empresarial había decidido eliminar de sus históricas encuestas preguntas que pudieran irritar al Gobierno. Ayer, todo pareció distinto. No todo, en rigor: el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que había aceptado la invitación, decidió no venir. El único orador cercano al kirchnerismo fue el intendente de Tigre, Sergio Massa. La percepción empresarial es que la Argentina está desperdiciando una oportunidad. Pareció envalentonarlos desde temprano el gobernador santafecino, Hermes Binner, presente en la apertura: «Algunos dicen que solamente la Argentina, en medio de una bonanza económica como la actual, puede generar esta crisis que estamos viviendo», sostuvo. Alejandro López Moreira, gerente de la alimenticia Adecoagro, lo expresó minutos después: «El mundo viene a comprar. No tenemos siquiera que tomarnos un avión. ¡Tenemos que aprovecharlo!». Los peores efectos de enfriamiento se advierten lejos de la Capital Federal. Así lo cree Julio Ricardo García, subgerente del Centro de Formación y Capacitación de la fabricante nacional Sinteplast, una de las líderes en el mercado de la pintura, que dijo que la actividad había sufrido una merma del 20% por el conflicto agropecuario. «En el interior lo sufren mucho más», insistió. Y lo mismo sienten en Nestlé. Pero Pablo Devoto, CEO de la alimenticia suiza, no estaba ayer en condiciones de calcular el impacto. «Hay una baja en la actividad, pero de ahora en más hay que ver qué pasa -dijo-. Si se soluciona el conflicto, puede repuntar. Yo soy moderadamente optimista». Por Francisco Olivera Enviado especial

Fuente: La Nacion

Artículos relacionados