Últimas noticias

Opinión

Misiones: denuncian tala indiscriminada en la selva

En la Reserva de Biosfera Yabotí

Una cooperativa de la zona dice que se debe a la intrusión de brasileños

Fuente: Diario Clarín. Por: Ernesto Azarkevich

BUENOS AIRES Y MISIONES (12/11/2007).- La intrusión de brasileños que depredan terrenos en la Reserva de Biosfera Yabotí se convirtió en la más severa amenaza para uno de los últimos remanentes de la selva en Misiones. Por ese motivo, la Cooperativa de Trabajo Restauradora de la Selva Paranaense solicitó la urgente intervención del fiscal de Investigación Ambiental de la Nación, Ramiro González, con el fin de ponerles freno. Desde la Cooperativa, que se creó para rescatar los sectores degradados de la selva y proteger lo que no fue arrasado por las motosierras y el fuego, explicaron que los intrusos se asientan sobre terrenos privados para luego venderlos en lotes y continuar con la tala y la caza furtiva en otros sectores. Además, pretenden armar una villa turística en las inmediaciones de los Saltos del Moconá y que inversores extranjeros participen en la preservación del remanente de selva que queda en la provincia. Desde esa entidad señalan que en la provincia no hay voluntad política para luchar contra el problema de la intrusión. Las denuncias se acumulan en los juzgados y pueden pasar años sin que los jueces ordenen los desalojos. Además, los municipios indirectamente fomentan el avance sobre tierras privadas al asistir socialmente a los intrusos en un intento por captarlos para las elecciones. Los usurpadores voltean la selva sin contemplaciones, prenden fuego a las ramas y los troncos son aserrados para construir sus casas. Pese a tratarse de una zona protegida, cultivan tabaco, utilizando para eso plaguicidas y exfoliantes que contaminan las napas freáticas. Por las características del cultivo y el tratamiento que los intrusos le dan al suelo, en cinco años está totalmente degradado. Desde la empresa Juan Alberto, propietaria de 30.000 hectáreas en la zona, dijeron que algunos pobladores se instalaron en la década del 70 y voltearon unas 80 hectáreas de selva para poder cultivar y criar sus animales. Pero en los últimos cinco años el desmonte se incrementó con la llegada de otros intrusos, que ya arrasaron 170 hectáreas. El problema más grave de intrusión se produce actualmente un lote que, paradójicamente, está muy cerca de un destacamento de Gendarmería Nacional, la única fuerza que tiene presencia en la región. También se denuncia que las personas intrusas andan armadas

Fuente: Diario Clarín. Por: Ernesto Azarkevich

Artículos relacionados