Prevén una crítica situación para el negocio forestal en el corto plazo |
Lo advirtió el especialista en Comercio Exterior, Martín Aguerre. “El mercado de las hipotecas de alto riesgo afecta la exportación de aserrados y remanufacturas de madera de pino porque comprenden las casas de menor precio, el sector más expansivo. En consecuencia esta crisis, no solo afecta a la demanda actual, sino que compromete y perjudica la demanda futura de madera para la construcción”, advirtió el especialista.
Por Patricia Escobar
BUENOS AIRES Y MISIONES (14/9/2007).- El ingeniero Martín Aguerre, especialista en Comercio Internacional, analizó las consecuencias estructurales de la crisis inmobiliaria que afecta en la actualidad a Estados Unidos y consideró que las mismas revisten importancia para la industria de la madera. “El segmento de mercado de las hipotecas de alto riesgo son importante para la exportación de aserrados y remanufacturas de madera de pino porque comprende las casas de menor precio, es decir la primera vivienda de muchos inmigrantes y de sectores de menores recursos, que es el demográficamente más expansivo. En consecuencia esta crisis, no solo afecta a la demanda actual, sino que compromete y perjudica la demanda futura de madera para la construcción”, advirtió el especialista, quien realizó un estudio económico sobre el impacto que sentirán las Pymes exportadoras del NEA en el corto y mediano plazo. En la actualidad, el mercado global está transitando una crisis financiera, originada en una conducta especulativa de las instituciones de crédito de Estados Unidos en ciertos segmentos del mercado de viviendas, que está empezando a afectar a la economía en su conjunto. “En los mercados sectoriales esto se traduce disminuye la demanda y caen los precios de los productos de madera sólida, se cancelan ordenes y por ende se paraliza la producción de muchos aserraderos en todo el mundo”, indicó Aguerre en la entrevista con ArgentinaForestal.com . “Esta situación se hace difícil de visualizar en nuestro país, cuyo comercio internacional y por ende sus ingresos fiscales (vía retenciones) se basa en la exportación de granos y cuyas Pymes están enfocadas al mercado interno (sustitución de importaciones). No obstante, hay dos sectores que están muy expuestos a la crisis mundial, por un lado los bancos y el mercado de capitales y, por otro lado, nuestro sector maderero”, advirtió el especialista en el documento. Para dimensionar la magnitud de este problema, que parece exclusivamente financiera e internacional y por ende alejada del sector forestal del NEA, hay que considerar que en los países desarrollados nueve de cada 10 compras de viviendas se hacen mediante hipotecas. El problema se originó en el deterioro de un segmento del mercado hipotecario de EE UU denominado “de las hipotecas de riesgo o “subprime mortgages”, que serían préstamos hipotecarios de altos riesgos que numerosas instituciones financieras otorgaron sin controlar sus fuentes de ingresos, ni estableciendo planes de amortización de capital, todo esto producto de la política antinflacionaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, que dispuso 14 aumentos sucesivos de la tasa de interés de referencia. Impactos Sobre el estado de situación del segmento de los inmigrantes legales y de los sectores de menores recursos para el negocio de la madera para la construcción en EE UU, el ingeniero recalcó que “es estratégicamente decisiva a futuro. Hay que considerar que, sin los inmigrantes, Estados Unidos tendría una tasa demográfica negativa. Es decir, así como en los 90, el negocio de la exportación de madera del NEA se benefició por la introducción de medidas de protección ambiental en los bosques administrados por el US Forest Service y por la buena situación económica de la generación más numerosa de la historia norteamericana, nacida tras la segunda guerra mundial (76 millones de niños nacidos entre 1947 y 1960, conocidos como Baby boomers), en el futuro la ampliación del mercado de la madera, dependerá de la capacidad de acceso de la vivienda del los sectores más humildes de la sociedad”. Por otra parte, el profesional indicó que uno de los impactos en el comercio mundial derivados de la crisis inmobiliaria fue que Chile, Brasil y por sobre todo de Canadá, primer exportador mundial (con aproximadamente 30 millones de metros cúbicos de madera aserrada), que hasta el presente colocaba el 50% de su producción en el mercado de EE UU ahora deberán redestinar un flujo importante de madera para la construcción hacia terceros mercados. “Si bien se pronostica el cierre de algunos aserraderos, hay que tener en cuenta que tanto en EE UU, Canadá y Escandinavia, los propietarios de los grandes aserraderos son las industrias celulósico papeleras, que los deben operar para obtener los chips que necesitan para la producción de pastas. Por lo tanto, es de esperar una guerra de precios en el campo de las commodities madereras”. Conclusiones Para Aguerre, se estaría transitando el final de un ciclo de expansión de la demanda de la madera de coníferas para la construcción en el mercado mundial, que duró casi 20 años. «Este puede caracterizarse tanto por una caída en los volúmenes demandados como en una baja en los precios o una combinación de ambos», acotó. En ese contexto, sostuvo que “los productos que más sufrirán durante este proceso serán las commodities, porque soportaran la presión combinada de la competencia de los grandes conglomerados celulósico papelero madereros suecos y norteamericanos y la posibilidad de sustitución intrasectorial por EWP (Enginereed Wood Products)”. En cuanto a las Pymes, dijo que “esta situación configura un escenario de alto riesgo, que probablemente podría superarse en el corto plazo mediante un mayor grado de especialización en productos casi a medida, y un rebalanceo de su cartera de clientes externos/ domésticos, mediante el impulso a la incorporación de más productos de madera en el mercado de la construcción nacional”. A mediano y largo plazo, recomendó evaluar la incorporación de nuevas especies latifoliadas aptas para la industria de la madera. “Se trata de un segmento de mercado de alto valor y donde no hay competencia de grandes firmas como en el caso del mercado de las coníferas”, concluyó el experto. Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº47