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La Nación reactivó beneficios de la ley de promoción forestal para proyectos industriales

Después de varios años de reclamos y tras un cambio de criterio gestión en Agricultura

Después de dos años de una fuerte crisis en la aplicación de los beneficios de la Ley 25080, que otorga subsidios a pequeños productores y estabilidad fiscal a medianas y grandes empresas, la Dirección de Forestación de la Secretaría de Agricultura de la Nación reactivó el beneficio de tres proyectos foresto-industriales que estaban suspendidos desde el año 2005: La Palmina SA, Zeni & Cía y Forestadora Tapebicuá SA

Por Patricia Escobar

BUENOS AIRES (2/7/2007).- Jorge Barros, representante de Asociación Forestal Argentina (Afoa) de la Regional Delta y en la Comisión Asesora de la Ley 25.080, dialogó con ArgentinaForestal.com sobre el “cambio de criterio” que se demuestra en la actual gestión de la Secretaria de Agricultura de la Nación y el equipo técnico de la Dirección de Forestación, ya que reactivaron la aprobación de planes forestales pendientes de pagos -por 14 millones de pesos en el último mes- y restablecieron en las últimas semanas el beneficio de la ley de promoción a tres proyectos industriales que estaban suspendidos. Este cambio es significativo para el sector privado, que enfrenta una realidad distinta a la que se percibía con la gestión anterior con respecto a la aplicación de los beneficios de la ley de promoción forestal, por el criterio que imponían Miguel Campos y Ester Malacari. “Ahora, hay decisión política y gestión. Se está trabajando fuerte para agilizar los expedientes, hay mayor diálogo y otra respuesta, con la aprobación efectiva de planes forestales y proyectos foresto-industriales de empresas medianas-grandes, caso Forestadora Tapebicuá y Zeni & Cía, que en estas últimas semanas lograron que se reactiven sus expedientes y se aprueben beneficios que tenías atrasados y que fueron solicitados en el año 2000-2001”, aseguró Barros. Según el empresario “hay un intento firme de las autoridades nacionales de pagar los beneficios de la Ley 25.080 y la Dirección Nacional de Forestación se encuentra trabajando en la instrumentación de mecanismos que permitan agilizar las tramitaciones para acceder a los beneficios de la promoción forestal”, afirmó. Para el directivo de Afoa, “esto marca una diferencia con la gestión anterior, cuando los proyectos foresto-industriales estaban suspendidos por la intervención de la DF y el criterio de la Dra. Ester Malacari que derivó en algunos casos a interpretaciones incorrectas sobre el cumplimiento de los requisitos en la formulación de los proyectos foresto-industriales y, al cabo de un tiempo, determinó la suspensión masiva de aprobación de los proyectos”, recordó. Esta situación se había complicado aún más con las denuncias anónimas por irregularidades en la aplicación de los beneficios de la Ley 25.080, que abrió una investigación de la justicia sobre el área forestal de la Secretaría de la Agricultura. “Todo esto implicó que se paralizaran todos los planes y queden en lista de espera durante todos estos años los proyectos solicitados por Zeni, Tapebicuá, La Palmina, Apsa, entre otros que estaban funcionado pero que no se le reconocían los beneficios. Pero ahora los expedientes están siendo revisados con mayor celeridad y hay un cambio de criterio, se vuelve a mirar a la ley como tal, de promoción forestal”, dijo Barros. De acuerdo al informe presentado por la DF en la reunión de Comisión Asesora realizada semanas atrás, «se destinaron fondos de planes forestales por 12.398.323 pesos y estima que en lo que resta del año se llegarán a ejecutar más de 40 millones de pesos”. negrita/Proyectos industriales/negrita El proyecto de La Palmina SA (Misiones) fue el primer plan que se normalizó, después de haber sido objetado por realizar reforestación sobre áreas del Corredor Verde, “pero no había antecedentes de monte nativo sobre la superficie, era reforestación, no había motivo para frenar el proyecto y fue en la dirección de Omar Tesolín que se normalizó la situación”, explicó Barros. “Anteriormente existía una posición critica sobre todos los proyectos foresto-industriales presentados en el marco de la 25.080, se encontraban incumplimientos en la forma que se cumplimentaban los requisitos y lo que se aprobó en el año 2003 se suspendía en el 2005, quedando todo en una zona oscura. Pero ahora hay un compromiso del Secretario (Javier de Urquiza) y de la directora de Forestación (Mirta Larriú) para normalizar la situación de los planes, por un sí o por un no, pero están dando respuestas”, exclamó. “Los proyectos de Tapebicuá y Zeni ahora no tuvieron observaciones, no se comprobaron incumplimientos, en todo caso hubo errores del Estado que aprobó en su momento los expedientes sin realizar las observaciones correspondientes. Estos requerimientos fueron los que después objetaron las nuevas autoridades y que derivaron en la suspensión de los beneficios”. De esta manera, el representante de Afoa describió el proceso que enfrentó el sector privado y admitió que “errores hubieron de ambos lados, porque las empresas tampoco presentaron en forma inmediata las notas de reconsideración sobre los proyectos demorados, y después, con la intervención de Agricultura, comenzó lo que llamaron una caza de brujas”. Fue así que hasta el presente los proyectos foresto-industriales quedaron suspendidos “pero ahora hay fuerte apoyo de las autoridades, mayor diálogo y la normalización del sistema”, aseguró el empresario. Un ejemplo de ello es lo que sucedió en Misiones, cuando un equipo técnico de la Dirección de Forestación llegó la semana pasada con la intención de normalizar los expedientes y agilizar los pagos que están pendientes de la campaña 2004, que según reclaman desde las organizaciones misioneras están “trabados por las dificultades administrativas que impuso la provincia para cumplimentar los requisitos de Impacto Ambiental (por los términos de referencia que implementaron para superficies de 10 a menos de 100 has) y por retrasos burocráticos y legales (ante la medida de fuerza de los empleados del Ministerio de Ecología que lleva casi 2 meses y que dificulta la gestión administrativa por las huelgas)”. substitulo/Beneficios reactivados/subtitulo Recientemente la Sagpya aprobó el proyecto foresto-industrial de la firma Forestadora Tapebicua SA, instalada en la localidad de Gobernador Virasoro (Corrientes), que prevé una superficie que supera las 350 hectáreas con una inversión de 363.390 pesos en Aportes No Reintegrables (ANR), que fueron destinados a las actividades de plantación, poda y raleo, según informó el Ministerio de Producción de la provincia. La Palmina SA (Misiones) había logrado normalizar beneficios de Estabilidad Fiscal en la gestión anterior, pero recién ahora logró destrabar los Aportes No Reintegrables del plan forestal, el 100% del proyecto, lo que tienen para el sector empresario “un enorme valor”. Finalmente, por Resolución Nº 245 del 12/6/07 la Sagpya se aprobó el proyecto foresto industrial de la firma Enrique R. Zeni y Cía. SA (Corrientes) cuyo componente forestal contempla la plantación de 3.000 hectáreas en diez años y el industrial la instalación de una línea de segunda transformación. Esto le permitirá a la empresa fundamentalmente contar con el beneficio de estabilidad fiscal y con el apoyo económico no reintegrable previsto en la ley 25.080. En 1977 la empresa decidió invertir en plantaciones de distintas especies en la provincia de Corrientes. La implantación se realizó desde ese momento en forma continua, contando hoy con más de 6.000 hectáreas forestadas y con una proyección de 400 hectáreas anuales de nuevas plantaciones. En trámite de normalización estarían proyectos de Danzer Forestación por beneficios en la devolución del IVA, y en proceso de estudios están los expedientes de Alto Paraná SA, Bosques del Plata, Masisa Argentina, Forestal Argentina, Evasa Forestal, Bosque Andino, Bosque Patagónico, entre otras.

Por Patricia Escobar

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