Cambios en el gabinete nacional |
Decidió su desvinculación para allanar el camino en las negociaciones con las entidades del campo; por el momento lo reemplaza Javier de Urquiza (subsecretario de Agricultura y Forestación). «La salida de Campos responde a una necesidad del Gobierno de sentarse a negociar en mejor clima con las entidades agropecuarias», dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández..
Fuente: La Nación
BUENOS AIRES (7/2/2007).- El secretario de Agricultura, Miguel Campos, dejo ayer su cargo, tras un largo distanciamiento en las negociaciones con las entidades agropecuarias y soportar disputas internas dentro de su cartera. Su puesto será ocupado por el hasta ahora subsecretario de Agricultura, Ganadería y Forestación, Javier de Urquiza, hombre del ala del presidente Néstor Kirchner. La salida de Campos fue decidida ayer por la tarde por el Presidente para preparar la reunión de mañana, a las 18, con las entidades del campo (ver aparte) encuentro que fue confirmado en la Casa Rosada. En el futuro, Campos pasará a desempeñarse en la órbita de la Agencia de Desarrollo de Inversiones, que conduce Beatriz Nofal, que reporta directamente al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. «La salida de Campos responde a una necesidad del Gobierno de sentarse a negociar en mejor clima con las entidades agropecuarias», dijo el jefe de Gabinete a LA NACION. «Se trata de una señal amigable hacia el sector agropecuario que siempre tuvo enfrentamientos con Campos», interpretó otra alta fuente gubernamental, la que agregó que «las entidades señalaron hace mucho que no iban a dialogar con el secretario por las discrepancias irreconciliables entre ambas partes». Los hechos se precipitaron cuando Campos primero presentó su dimisión a la ministra de Economía, Felisa Miceli, y después la formalizó ante el jefe de Gabinete, que finalmente entregó el escrito de la renuncia en el despacho del Presidente. Según informaron allegados a Fernández, éste siempre sostuvo políticamente a Campos en contra de las embestidas del ministro de Planificación, Julio De Vido, cuyo hombre de confianza en el área es el subsecretario De Urquiza. La preocupación de Kirchner era anoche el riesgo de que la salida del funcionario fuese interpretada políticamente como un gesto de debilidad ante la presión de los sectores agropecuarios. Pero en la Casa Rosada dijeron que «no hay que interpretar que el Presidente les entregará la cabeza de Campos a las entidades del sector». En realidad, dijeron, se tratará de un «blanqueo de una situación de hecho». En ese sentido, las fuentes recordaron que Kirchner sostuvo a Campos, incluso cuando el funcionario se vio acorralado por una investigación judicial sobre supuestos favorecimientos a diversos frigoríficos en torno de la distribución de la cuota Hilton para la exportación de carne. Pero, por otra parte, el recambio en el área es sugestivo porque el Presidente no suele hacer relevos de funcionarios en plena crisis. De todos modos, Campos lucía en los últimos tiempos demasiado relegado de las decisiones sobre el sector, al punto de que las medidas más importantes se tomaban en reuniones en la Casa Rosada en las que participaba Urquiza y no el responsable del área. Satisfacción del agro La noticia causó satisfacción en dirigentes agropecuarios. «Este es el fin de una etapa muy complicada en la relación con el sector y el Gobierno», dijo el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. El dirigente de la entidad que participó de los dos paros agropecuarios realizados contra el Gobierno el año pasado agregó que tiene la esperanza de que ahora se podrá trabajar en conjunto para solucionar los problemas que existen en el sector. Para Llambías, «Campos nunca estuvo presente en las últimas reuniones. Hace tiempo que no estaba ocupando el papel del secretario. Urquiza, en cambio es un hombre que ha dado muestras de tratar de mantener un diálogo con las entidades para solucionar los problemas». Para Delfor Maldonado, presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, «Campos ha sido un paradigma de la ineficiencia y de la falta de compromiso con el país y con su gente. Por lo tanto, recibimos con verdadero placer que el funcionario se vaya. Ojalá que la Secretaría sea ocupada por un hombre del sector que comprenda nuestras necesidades y que tenga independencia de criterio y autoridad moral, algo que Campos no tenía». Cuando se le informó quién iba a ocupar la Secretaría de Agricultura, el dirigente respondió que «Javier de Urquiza no ha sido un interlocutor válido ni de pensamiento independiente, a pesar de salir del ruralismo. El se transformó en un dirigente oportunista que es flexible a la política del gobierno nacional».