INFORME. Premisas de las contratistas que realizan actividades de Cosecha Forestal (Primera parte) |
Distintos medios de prensa recorrieron predios de la empresa (Kreimer, Robillard Cue, Angriman) en Puerto Esperanza y observaron las condiciones laborales y prácticas en raleo, cosecha mecanizada y aplicación de herbicidas. También las mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores en los campamentos, donde la firma exige a las contratistas un alto estándar de Seguridad e Higiene. Alto Paraná apoya con capacitaciones periódicas a las contratistas para elevar los rendimientos y mejorar en forma permanente los cuidados ambientales.
Por Patricia Escobar
PUERTO ESPERANZA Y POSADAS (11/9/2006).- La División Forestal de Alto Paraná SA organizó el jueves una jornada de campo en Puerto Esperanza para periodistas de distintos puntos de la provincia, con el objetivo de dar a conocer las mejoras en las prácticas que realizan en las operaciones forestales de su propiedad, por medio de las empresas de servicios forestales (Emsefor), principalmente en las actividades de Cosecha Forestal. La iniciativa fue del gerente del área, Víctor Cubillos, y el recorrido fue coordinado por la responsable de Gestión Ambiental, Patricia Stopp; y el jefe de Cosecha Forestal, Javier Maestro Paolo. Se observaron prácticas en raleos, cosecha forestal y aplicación de herbicidas en las plantaciones de pino en establecimientos denominados Kreimer, Robillard Cue, y Angriman. Se dialogó con personal de las contratistas de Walterio Kubsch (raleos); Rehile Hnos (cosecha mecanizada) y Forestal SRL (aplicación de herbicidas), que se encontraban en los distintos puntos visitados, realizando sus actividades cotidianas. Semanas atrás los medios de prensa nos ocupábamos de cubrir el conflicto de los motosierristas de Puerto Esperanza, que originalmente se iniciara por un reclamo laboral y finalmente se convirtiera en una puja gremial del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de Celulosa, Papel y Cartón (SOEP), que fuera del marco legal, exigía con cortes de rutas la afiliación de más de 200 trabajadores de cuatro contratistas proveedoras de Apsa. En la provincia, la actividad del motosierrista se encuadra en la actividad rural y se rige por el gremio de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). El encuadre gremial deberá resolver ahora el Ministerio de Trabajo de la Nación, que dictó conciliación obligatoria para continuar con normalidad las actividades hasta definir el planteo sindical. Pero sin dudas el conflicto con los motosierristas empañó la imagen de la empresa forestal, y el recorrido en los predios de Alto Paraná fue válido para conocer en campo las practicas que realizan en sus faenas, las condiciones laborales en la que se desempeñan los operarios de una contratista de la empresa, y los estándares en Seguridad e Higiene; Protección Ambiental; y de Productividad que exige la gran empresa. Apsa trabaja en la actualidad con 60 empresas de servicios forestales, de las cuales 22 realizan tareas con motosierristas para cosecha forestal, además de podas, control de malezas, etcétera. “En cosecha estamos trabajamos con un total de 400 motosierristas”, dijo el Jefe de Cosecha Forestal de APSA, Javier Maestro Paolo. La producción total es del orden de 170 mil toneladas por mes, con abastecimiento parcial a la planta industrial. “En pulpable se abastece un 60%, mientras que aserrable nos autoabastecemos”, agregó. La preocupación por la falta de materia prima en la región no es ajena a la empresa, “buscamos maximizar el rendimiento para aprovechar al máximo los recursos con los que disponemos”, apuntó. negrita/Mejoras de campamentos/negrita En este primer informe, relatamos la vista realizada en la zona de plantaciones denominada “Kreimer”, donde se encontraba un campamento instalado por Walterio Kubsch -una de las contratistas del conflicto con motosierristas- para realizar actividades de raleos. El mismo contaba con todas las exigencias ambientales y de seguridad e higiene. “La gente llega muy temprano a trabajar y regresa a su casa a la tardecita, al finalizar la jornada laboral. El horario de trabajo se estima desde las 7:30 a 17 horas, todo depende de las condiciones del día, pero en invierno se trabaja menos. Por lo tanto, un campamento diario debe tener casillas con cocina, comedor, sanitarios químicos, es decir toda la instalación correspondiente a nuestros estándares exigidos”, detalló Maestro Paolo. “Los estándares que se exigen a todas nuestras contratista para realizar las faenas serían: una cocina convenientemente instalada; salida de aguas hervidas, trampas de grasa, pozos de residuos orgánicos, desarrollo de tratamientos de residuos orgánicos e inorgánicos o peligrosos (pilas, repuestos de maquinas); área de comedor y dormitorios; área de combustible para tratamiento de fluidos peligrosos; sanitarios químicos. Todos los contratistas de Apsa tienen que cumplir con estos estándares, tienen que tener sus campamentos (sean diarios o semanales) en las condiciones exigidas. Hay campamentos más desarrollados que los que están visitando en estos momentos, y esto tiene que ver con tareas que exigen quedarse toda la semana en la zona asignada”, especificó. De la misma manera que en cosecha, las contratistas que realizan plantaciones tienen campamentos y, en algunos casos, son más permanentes en el tiempo. “Ahora tenemos en Puerto Piray, Aguas Blanca, y otros lugares campamentos semanales. En Delicia, próximamente estamos inaugurando una estructura nueva, de material, que será de tres bloques con cocina, comedor, baños, vestuarios y habitaciones”, agregó Patricia Stopp. En lo que respecta a la alimentación, Alto Paraná también asiste con capacitación para que las contratistas se informen sobre nutrición y se cumpla con una dieta que permita el rendimiento del trabajador por medio de una buena alimentación. “El menú tiene que responder a las necesidades del trabajador”, remarcó Maestro Paolo. Kubsch realizaba en “Kreimer” tareas de raleos con una dotación de aproximadamente 35 motosierristas, “pero la cuadrilla varia según las actividades de los lotes”. La cosecha se efectúa con un trabajo en equipo, cuadrillas integradas por motosierristas que voltean los árboles, luego un grupo de trabajadores los desrama, y a continuación se los arrastra para que los transporten a un sector de trozado. En lo que respecta a los elementos de seguridad del operario, cuentan con todos los elementos de protección personal (ropa adecuada, casco con protección visual, facial y auditiva, guantes de confección especial, borceguí con puntera de acero, etcétera); elementos de seguridad de la motosierra; y realizan los cortes cumpliendo con las técnicas de volteo, permitiendo esto el máximo rendimiento en el trabajo, con bajo nivel de accidentes. “Alto Paraná define con el contratista la producción determinada a lograr por cada dotación, siempre dependiendo de la cantidad de personas y del lote que se designe a ralear (edad de las plantaciones, densidad, etcétera). De todo esto, al final del día se registra el rendimiento de la cantidad de toneladas diarias. En la empresa se produce mensualmente entre 30 y 35 mil toneladas de raleo”, explicó el ingeniero. La Certificación ISO 14.000 e ISO 18.000 en Sistemas de Gestión Ambiental garantiza a Alto Paraná SA un control permanente –por medio de auditorias- sobre sus operaciones forestales. “Son normas internacionales que prevén la existencia de los campamentos forestales y exigen a la empresa una serie de normativas formales, premisas de campamentos, y todos aquellos aspectos que hacen a minimizar los efectos perjudiciales sobre medio ambiente, en el marco de la búsqueda de mejora continua del desempeño ambiental de la organización”. negrita/Nueva etapa/negrita Ante el conflicto de los motosierristas, que en un principio surgieron por mejoras en las condiciones laborales, Maestro Paolo afirmó que “se inicia una etapa nueva en la empresa, dado que un hecho como el vivido en las últimas semanas sin dudas nos lleva a replantear nuestras actitudes, forma de trabajo, las cosas que hacemos. Cuando ocurre un hecho como el mencionado, uno no puede negarse a la realidad. En principio, se acordó un aumento salarial, con un básico de mil pesos, más un 25% por presentismo. Después se tendrá que hacer un análisis de las cosas que ocurrieron, estudiar los casos, intentar definir en la forma mas objetiva posible -e incluso con la ayuda de una tercera parte externa- para lograr una visión amplia, clara y objetiva. De manera que nos permita enfocar los cambios en terreno”, dijo. Por otra parte, adelantó que la empresa tiene en proyecto desarrollar una empresa de servicio que se encargará de realizar auditorias en las empresas contratistas relacionadas al cumplimiento de las normativas que se establecen. “De esta manera, lograremos transparentar mejor el sistema, y que las cuestiones laborales entre los trabajadores, las contratistas y la empresa sean lo más claras posibles”, recalcó. Finalmente, señaló que se trata de una medida proactiva de involucrarse y encontrar una solución definitiva al problema. “El motosierrista es nuestro vecino, y queremos resolverle el problema a nuestro vecino, es así de simple. Por supuesto, uno quisiera tener todas las herramientas para ello, y a veces no es tan fácil. A veces hay diferencias de idiomas, una cosa que parece simple no lo es, hay problemas de comunicación, muchas veces los lenguajes son diferentes, incluso entre profesionales de distintas ramas. Pero creo que estamos haciendo bien las cosas, y ahora somos asistidos por especialistas externos, que nos ayudan y nos explican un poco todo esto para salir adelante”.