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Desequilibrio entre oferta y demanda laboral

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Ingenieros de determinadas especialidades, expertos en tecnología, trabajadores con conocimiento de oficios para las fábricas y buenos vendedores son los empleos más buscados

Fuente: La Nación

BUENOS AIRES (Por Silvia Stang . De la Redacción de LA NACION).- Completar el álbum de figuritas no es tarea rápida ni sencilla. Ya se sabe: es altamente probable que los paquetitos comprados en el quiosco traigan varias repetidas y, en cambio, resulta mucho más lejana la posibilidad de que los ojos infantiles se sorprendan con la aparición de la imagen más buscada: la tan esperada figurita difícil. Con un nivel de desempleo en baja, pero aún bastante elevado, la oferta laboral en la Argentina muestra sus debilidades, signadas por la falta de trabajadores con conocimientos para desarrollar ciertos oficios y de egresados de determinadas carreras universitarias. Por esa razón, algunas empresas aseguran que cubrir vacantes se transformó en los últimos años en un desafío semejante al de encontrar la última figurita del álbum. Es una realidad que vino empujada por el hecho de que la reactivación económica llegada en 2003 tomó un rumbo muy diferente del que había tenido la marcha de la actividad en la década previa. “Quienes tenían antes (de los 90) oficios como el de tornero, fresador o soldador en una fábrica se jubilaron sin enseñar la tarea, y a quienes podrían volver al trabajo no los quieren porque no responden al perfil de empleado que se busca, fogueado por las transformaciones de los 90 y capaz de manejar sistemas informáticos”, describió Mariano Gorodisch, gerente de Contenidos de Bumeran, un portal de Internet dedicado a las búsquedas laborales. Según Gorodisch, los datos de la consultora indican que el 15% de las empresas que requirieron personal este año no encontraron lo que buscaban, un índice similar al relevado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que en su informe del segundo trimestre del año, identificó a las industrias del cuero, textiles y de vehículos, y a la hotelería, como los sectores con más dificultades. El estudio de Bumeran revela que el tema parece más complejo entre las pymes, un segmento en el que el 50% de los empleadores tiene problemas para poder contratar personal calificado. Aunque con diferentes grados de compromiso de los actores sociales, existe un proceso en marcha en la búsqueda del equilibrio entre oferta y demanda. En varios sectores se trabaja para capacitar mediante el desarrollo de acciones conjuntas entre cámaras empresariales, sindicatos y Gobierno. En muchos casos se busca también el diálogo con el ámbito universitario, para intentar un acercamiento de los planes de estudio y de la oferta de carreras a las necesidades del mundo laboral. ¿Cuáles son esos trabajadores a los que cuesta encontrar? Según las respuestas que dan quienes se dedican a las búsquedas desde las propias empresas o desde consultoras especializadas, las dificultades aparecen básicamente cuando se trata de encontrar los siguientes perfiles: *Ingenieros especializados en ramas como las comunicaciones, el petróleo, la actividad naval, la electrónica y la electricidad, entre otras. *Oficios para el trabajo en fábricas como torneros, matriceros, fresadores, alisadores, soldadores… Y los incluidos en una lista muy extensa, en la que se destacan tareas para las industrias del calzado, textil, de la indumentaria, metalúrgica y metalmecánica. *Personal con título o conocimientos del área de la tecnología. *Vendedores especializados en determinados productos y servicios, como los bancarios y los de tecnología. Y, aunque parezca increíble, vendedores en general, según coinciden varios referentes del tema laboral. *Personal para atención al turismo, sobre todo extranjero. Las pymes «Nos da trabajo encontrar perfiles para industrias como la del plástico y la textil», comentó Fernanda Murzi Carou, coordinadora de Búsqueda y Selección de Sesa Executives. Murzi agregó: «Muchas de estas empresas son pymes y necesitan personas con experiencia». El problema, explicó, es que la experiencia por lo general es adquirida en las grandes empresas y que las pymes no tienen la posibilidad de llegar a los salarios de esas compañías, como para atraer al personal más buscado. Según la directiva, hay menos profesionales ingenieros que los requeridos por el mercado. «Hay personas grandes, pero las pymes buscan jóvenes», cuando lo cierto es que entre éstos falta muchas veces, lógicamente, la experiencia pretendida. Entre las ingenierías que muestran déficit en la cantidad de egresados, según Murzi, se encuentran las orientadas a la electricidad y la mecánica. De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación de Recursos Humanos (Adrha), son los ingenieros en petróleo, los hidráulicos y químicos, los mecánicos y los agrónomos especializados, los más escasos. Eduardo March, subgerente general de la consultora Manpower, agrega a la lista de perlas buscadas a los ingenieros en comunicaciones. Más allá de los títulos en sí, hoy las empresas requieren empleados con ciertas aptitudes, naturales o aprendidas, que tienen que ver con cierto grado de flexibilidad para el desarrollo más amplio de tareas. Por caso, según definió Gorodisch, se necesita gente que, además de manejar una herramienta, pueda integrar o coordinar equipos de trabajo, resolver problemas por sí misma y ser capaz de hacer otro trabajo. Para responder a esas expectativas, comentó Murzi, varias universidades empezaron a brindar conocimientos sobre gestión o estrategias de ventas en carreras como ingeniería, sobre todo en la rama industrial. La brecha entre puestos de trabajo posibles y la cantidad de diplomados provocó que algunos sectores empresariales golpearan las puertas de las aulas. En los próximos días, por caso, la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) tendrá un encuentro con los decanos de las cuatro universidades donde se dictan las carreras de ingeniería o arquitectura naval, para analizar las necesidades de formación de recursos humanos para ese sector, que intenta reactivarse tras décadas de paralización. «Los chicos que están en 4° año de ingeniería naval están todos ocupados; nosotros pensábamos que eso podía llevar a bajar el nivel, pero en las universidades nos dijeron que la experiencia en el trabajo mejoró el rendimiento académico», contó Horacio Martínez, presidente de FINA. El directivo agregó que el sector requiere también de trabajadores técnicos y por eso se desarrollan planes de capacitación junto con el Ministerio de Trabajo (que abarcan varias actividades y sobre lo que se informa por separado). «Necesitamos trabajadores de varios oficios, que tardan en formarse», apuntó Martínez. La industria naval es sólo una de tantas actividades donde se habla de la carencia de trabajadores con formación técnica. «Está faltando gente con oficios para la industria textil, del calzado, torneros metalúrgicos, matriceros», enumeró Vicente Stagno, presidente de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (Faett). Stagno consideró que el problema continúa, pese a los casi cuatro años que lleva la reactivación, porque se necesita tiempo para hacer algo, y porque existe una masa de desocupados cuyas habilidades para el empleo se desconocen. En opinión de Andrea Avila, directora ejecutiva de la consultora de búsquedas Sesa Select, si las tareas de capacitación en oficios se mantienen la situación va a mejorar, pero en cuestión de años. No hay que esperar, consideró, que 2007 sea un año diferente de 2006 para las firmas que no encuentran lo que buscan. Exigencias Desde el otro lado, hay desocupados que se forman para determinados oficios, pero dicen que a la hora de postularse para un puesto chocan contra algunas pretensiones de las empresas, como acumular un tiempo de experiencia en el desarrollo de tareas que, en los últimos años, no fueron usuales en el país. «El recurso humano técnico estuvo ausente durante 10 años; no se actualizó porque la actividad estaba al borde de la extinción», sostuvo Ricardo Güell, gerente general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). En la actividad se espera un crecimiento de las dotaciones, que implicará búsquedas de técnicos, operarios no calificados y personal de ventas. La asociación tiene un Instituto de Actualización Empresarial, desde donde se coordinan cursos de capacitación. Angel Castaño, director del instituto, contó que con la crisis del sector en los años previos a la devaluación, los planes de formación para técnicos habían perdido totalmente su rumbo. El resultado: trabajadores más preparados para tareas administrativas que para estar adentro de los talleres. A partir de las mejores perspectivas que aportó la salida de la convertibilidad, esa tendencia se revirtió. «Desde 2005 capacitamos a 1300 personas en 20 institutos técnicos, en conjunto con el Ministerio de Trabajo», aseguró Castaño. Otro caso es el de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, que brindó capacitación, entre enero y agosto de este año, a 529 personas en 26 especialidades. En esta rama fabril, que triplicó sus exportaciones, faltan mecánicos de máquinas de coser, confeccionistas, modelistas y muestristas, entre otros oficios. Saliendo de las plantas industriales, sector que promete muchos puestos laborales es el tecnológico. Carlos Pallotti, presidente de la Cámara de Empresas de Tecnologías de Información de Argentina (Cessi), destacó que las firmas del rubro, que en 2000 tenían 14.000 empleados, suman ahora casi 35.000 personas ocupadas. Según el directivo, este año se están generando entre 7000 y 10.000 puestos. El ritmo de egreso de personas con formación en tecnología, ya sea de las universidades o de otras instituciones educativas, es inferior al ritmo del crecimiento de las necesidades de las firmas. Según Pallotti, el problema es que a la hora de elegir su profesión, los jóvenes tienen resistencia a las «carreras duras», como la informática. «Nosotros encaramos varios frentes al mismo tiempo; para solucionar el tema en el largo plazo nos sentamos a hablar con las universidades, a discutir los planes y a ver cómo podemos ayudar», destacó Pallotti. Las acciones en las que la cámara espera resultados más inmediatos son las relacionadas con la educación de nivel técnico. «En cursos de 4 o 5 meses capacitamos a 4700 personas», comentó. El perfil más buscado es el de programador, aunque también se requieren analistas y consultores funcionales. Por otra parte, las firmas de tecnología conforman uno de tantos sectores en los que cuesta encontrar buenos vendedores. Según los expertos en búsquedas, la empatía y el poder de seducción son cualidades que no abundan hoy entre los aspirantes. «Hay mucha demanda de vendedores de servicios financieros», señaló March, de Manpower. Mucha gente salió de esa actividad por la crisis de 2001 y ahora se están reactivando los bancos, según recordó Avila, de la consultora Sesa Select. Efecto de la recesión y el consecuente desempleo que para muchos fue y es de largo plazo; consecuencia de un cambio de rumbo en el modelo económico; fruto de transformaciones en el mercado laboral que corren más rápido que la adecuación de los planes educativos… Lo cierto es que, mientras que la desocupación sigue siendo la angustia de muchas familias, no pocos empleadores afirman que les cuesta, y bastante, llenar su álbum de figuritas.

Fuente: La Nación

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