EL CONFLICTO ARGENTINO-URUGUAYO POR LA CONSTRUCCION DE PLANTAS DE PASTA CELULOSA |
Jorge Busti aseguró que si el conflicto sigue le cortarán el gas y los puentes a Uruguay.
Fuente: Diario Clarín. Por Matías Longoni
No está muy claro si Jorge Busti, el gobernador de Entre Ríos, estuvo siempre al frente del conflicto o si las enormes movilizaciones lo obligaron a meterse de lleno en él. Lo cierto es que el mandatario parece decidido a todo con tal de evitar la radicación de dos papeleras extranjeras en Fray Bentos, Uruguay. BUENOS AIRES (10/10/2005).- En diálogo con Clarín, Busti deslizó que incluso se analizan represalias para el caso de que las obras avancen: las amenazas van desde cortar el gas que se exporta al vecino país o evitar —al estilo «Vuelta de Obligado»— el ingreso de buques a puertos uruguayos. «Son medidas extremas que algunos imaginan. Esto es una mecha encendida. Y si en el marco del derecho no se encuentra una solución, van a empezar los cortes en los puentes, y ya nadie se va a poder trasladar a Punta del Este», advirtió. Aunque siempre trató de ubicar este tipo de represalias en el marco de la «pueblada» en contra de las papeleras, Busti se refirió a estas eventuales medidas con tanto detalle que parece muy difícil creer que no pasaron por su propia cabeza. En el caso de los barcos, recordó que el único acceso al río Uruguay es el canal Martín García, «que está del lado argentino». Para el caso del gas fue más taxativo: «Se los cortó yo mismo», señaló, tras recordar que existe un gasoducto que cruza todo el territorio entrerriano. —¿Habrá que llegar a tanto? —Esperemos que no, pero no descartamos nada. En este momento evitar la instalación de las papeleras es nuestra lucha principal, porque está en juego evitar una contaminación que afectará a 300.000 entrerrianos. —¿Cómo los afectará? —Mire. El que pretenden llevar a cabo es el emprendimiento de celulosa más grande del mundo, y quieren levantarlo en un río que es siete veces más chico que el Paraná. Lo van a hacer colapsar. Busti habla como si no fuese el gobernador sino un simple ecologista. Menciona un «triple efecto» que suena macabro: agua contaminada, aire contaminado, lluvia ácida. «Nadie va a querer comprar nuestros productos», señaló. —¿Han estimado las eventuales pérdidas? —El daño será de cerca de 300 millones de dólares. Estimamos una depreciación del 30% en el valor de las tierras de esta zona. Imaginemos el impacto en Gualeguaychú, que cada verano recibe 100.000 turistas. —¿Y no existe alternativa que conforme a todos? —La contaminación se puede evitar sólo si las papeleras reciclaran el agua, pero eso requiere una fuerte inversión que no parecen dispuestas a hacer. Lo grave es que no ha habido estudio del impacto ambiental por parte del Estado. El que existe, lo hicieron las empresas. —Esta semana vendrá gente del Banco Mundial… —Estamos rogando que haya una medida favorable desde ese organismo. Aunque el BM sólo financia 10% del proyecto, si desiste de hacerlo será muy importante, porque el resto de los bancos se va a tener que hacer responsable de la contaminación que van a provocar.