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En el año 2000 se detectó el primer foco de “sirex noctilio” en la Quinta región, el cual ingresó desde Argentina en un embalaje de madera, y desde esa fecha, el Servicio Agrícola Ganadero y Conaf, inició una intensa campaña para combatir la llamada “avispa de la madera del pino”; sin embargo su territorio se ha extendido ya a sectores de la Décima y Novena regiones.
Fuente: Lignum
Desde esa fecha, el Servicio Agrícola Ganadero y Conaf, iniciaron una intensa campaña para combatir la llamada “avispa de la madera del pino”; sin embargo su territorio se ha extendido ya a sectores de la Décima y Novena regiones. En la Araucanía el destructor insecto, llegó el año 2002, y actualmente existen 11 focos identificados, en las comunas de Cunco, Melipeuco, y Villarrica, sin que se haya detectado la plaga en la Provincia de Malleco. Pese a que los focos encontrados se destruyen inmediatamente, según el agrónomo Rodolfo Pino, del SAG de Angol, no se puede descartar que el temido insecto llegue a nuestra zona. “Como siempre esto depende mucho de las medidas que tomen los propietarios de bosques, y de la conciencia de la población”, indica. Trozar y quemar Para erradicar la plaga, que aloja sus huevos en los pinos, los que posteriormente se alimentan de éste, destruyéndolo completamente, la solución más eficaz es botar, trozar y quemar los árboles infectados, lo que significa una completa pérdida de la producción. Es por ello, que la detección temprana del insecto es clave en evitar que se propague. Tarea que se realiza a través de parcelas cebos, con la cooperación de la empresa privada. Posteriormente se cortan los árboles para su estudio y se verifica si existe un foco. De ser positivo el resultado, comienza una cuarentena y se define un resguardo de 50 kilómetros a la redonda, del cual no puede salir madera. Los pequeños La situación es compleja, especialmente para los pequeños propietarios, que pueden perder su producción si se detecta sirex, que ataca preferentemente bosques sin manejo. Es por eso que a partir del año pasado, en conjunto con la empresa privada, se desarrolló un programa para que árboles infectados pudieran ser utilizados en la producción de celulosa, iniciativa que se desarrolla entre los meses de mayo y agosto, pues es en ese período cuando el insecto está en su etapa de incubación. “La madera se despacha como prioritaria al centro de consumo, donde se procesa inmediatamente” indica Marcelo Donoso, supervisor de protección fitosanitaria de Forestal Mininco. A esto se suma también la instalación de 200 parcelas cebos, por parte de la empresa. Cooperación Para evitar la propagación de la avispa, la cooperación del sector privado, los pequeños empresarios y los oganismos competentes es fundamental. “Con loas medidas tomadas queremos asegurar un eficiente proceso productor de madera y el desarrollo de nuestros suelos”, señala Pino. Lo anterior tomando en cuenta que nuestra región posee una economía eminentemente forestal, pues existen cerca de un millón trescientas mil hectáreas de suelo cubiertos de bosques de los cuales cerca de un 30% corresponde a plantaciones de pino, con cerca de 600 millones de árboles plantados. Fuente: Renacer de Angol