La gran inundación que sufre Valencia en la actualidad es un fenómeno cada vez más frecuente en diferentes ciudades del mundo, como también lo son las situaciones climáticas extremas y las sequías con escasez de agua.
ESPAÑA (1/11/2024).- Valencia, en particular, ha sido escenario reciente de un devastador desastre natural que ha dejado decenas de fallecidos y daños incalculables. Este contexto desafía a las ciudades a implementar soluciones sostenibles para enfrentar la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos.
La compañía Amanco Wavin, parte de Orbia y dedicada a la infraestructura urbana, señala que es urgente desarrollar estrategias de planificación urbana que integren infraestructura verde, movilidad sostenible, eficiencia energética y políticas públicas efectivas.
Uno de los enfoques clave es la gestión sostenible del agua, dada la creciente intensidad de las lluvias y los prolongados períodos de sequía que afectan a las ciudades.
En espacios naturales, cerca del 50% del agua de lluvia se infiltra en el suelo y recarga los acuíferos subterráneos. En contraste, en entornos urbanos impermeabilizados, sólo un 15% se infiltra y el 55% escurre sobre la superficie, aumentando el riesgo de inundación.
Este fenómeno, junto con un aumento del 30% en lluvias intensas y una mayor frecuencia de sequías, ha convertido a las megaciudades en zonas vulnerables.
Por otro lado, frente a las inundaciones, muchas ciudades consideran incrementar las redes de drenaje. Sin embargo, Sandra Pérez, gerente de Producto global de Amanco Wavin, asegura que aunque las tuberías son necesarias, no son la única solución. «Los sistemas de drenaje convencionales no logran que el agua se infiltre en el terreno, limitando la recarga de acuíferos,» explicó.
Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS)
Inspirados en los ciclos naturales del agua, los SUDS combinan redes de drenaje con espacios verdes y superficies permeables, como vegetación o pavimentos permeables. Cuando los edificios impiden la infiltración directa, estos sistemas recolectan el agua de lluvia y la almacenan para usos alternativos como riego o limpieza, o para su posterior drenaje cuando la tormenta haya pasado.
“Retener el agua es clave para evitar la sobrecarga de las redes pluviales y mitigar los riesgos de inundación,” subrayó Pérez.
En paralelo, señala la importancia de integrar estos sistemas como políticas públicas para construir ciudades resistentes al clima. «No sólo ayudan a reducir el riesgo de inundaciones, sino que también disminuyen la presión sobre los sistemas de drenaje urbano y favorecen la recarga de acuíferos, cruciales durante las sequías.»
Frente a un clima cada vez más extremo, Valencia y otras ciudades en el mundo necesitan soluciones integrales y sostenibles que garanticen un manejo eficiente del agua y la resiliencia de sus infraestructuras.