Comienza la tercera etapa de confrontación bilateral |
Dijo que la iniciativa presentada excede el fallo de La Haya. Y que el control debe limitarse al río. La Cancillería presentó el viernes pasado ante la Comisión Administradora del Río Uruguay una propuesta de monitoreo conjunto de las emisiones de Botnia al aire, la tierra y el agua, a verificarse desde dentro de la propia planta. «Se trata de un proyecto de vigilancia integral y continua del establecimiento industrial ex Botnia, actual UPM», señalaron.
Fuente: Clarin
BUENOS AIRES (14/5/2010).- Uruguay rechazó ayer la oferta argentina de realizar una tarea de control conjunto sobre el funcionamiento de la pastera ex Botnia, la primera iniciativa en favor de un monitoreo ambiental después del fallo de la Haya. Si alguien creyó las diferencias entre los dos países estaban zanjadas, que se espabile. Pruebas al canto: tras la primera etapa de confrontación por la cuestión de las pasteras sobre el río Uruguay (2003-2006), tiempo de reclamos, marchas y fallidos trabajos en equipos de alto nivel, llegó la segunda etapa (2006-2010) con un litigio judicial ante el tribunal más alto del planeta, que falló con un «ni»: Uruguay violó el Tratado bilateral, como acusó Argentina, pero ésta no pudo probar que la pastera finlandesa contamina las aguas del recurso compartido o el aire. Por eso, la Corte ordenó a ambos países volver a las fuentes: la forma de trabajo conjunto que establece el propio Tratado. Un monitoreo capitaneado por la CARU, Comisión Administradora del Río Uruguay, órgano binacional que cuenta con representantes de ambos países. Como anticipó Clarín, la Cancillería presentó el viernes pasado ante la CARU una propuesta de monitoreo conjunto de las emisiones de Botnia al aire, la tierra y el agua, a verificarse desde dentro de la propia planta. «Se trata de un proyecto de vigilancia integral y continua del establecimiento industrial ex Botnia, actual UPM, así como del impacto del funcionamiento de dicha planta sobre el ecosistema del río Uruguay, tal como la CIJ se lo ordenó a las partes», señala la Cancillería. La delegación argentina solicitó además una sesión extraordinaria de la CARU el próximo lunes 17 para tratar la propuesta». Pero Uruguay dijo «no». Y todo indica que comienza la tercera etapa de confrontación en esta historia de dos orillas. Según la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente uruguaya, Graciela Muslera, Argentina «presentó una propuesta que va más allá de lo establecido en el régimen de monitoreo», que para Uruguay debe limitarse al río y nada más. Lo mismo sostuvo el canciller uruguayo Luis Almagro: «Tenemos un marco de referencia que es el fallo de la Corte Internacional de La Haya y tenemos otro marco de referencia que son las competencias de la CARU. No nos podemos exceder ni de las competencias de la CARU ni de lo que dice el fallo de la Corte». En pasillos del Palacio San Martín se escuchaba ayer que, ante el planteo uruguayo, el proyecto de monitoreo no se presenta nada auspicioso. Si se concreta la reunión del lunes en la CARU, será la primera entre delegados de ambos países luego de la interrupción de sesiones a raíz de diferencias motivadas por el conflicto pastero. Desde Gualeguaychú, pese a la disconformidad de algunos que rechazan el monitoreo por considerarlo una forma de convalidar el funcionamiento de las pasteras, los asambleístas postulan: «debemos aprovechar el trabajo conjunto de contralor que propuso La Haya para observar a Botnia desde adentro y colectar pruebas de sus irregularidades y contaminación. Las pruebas que ahora la Corte dice que Argentina no pudo presentar, mirando desde la orilla de enfrente». En tanto, Cristina y Mujica preparan un encuentro para el 4 de junio en Anchorena (ROU), nuestro país no ha nombrado todavía nuevo embajador ante Montevideo tras la dimisión de Hernán Patiño Meyer y el nuevo embajador uruguayo en Buenos Aires, Guillermo Pomi, acaba de presentar sus cartas credenciales.