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Conflicto papeleras:»No vamos a parar la construcción de las papeleras porque no contaminan»

Reportaje con el canciller uruguayo,

El canciller Gargano ratificó la intención de Uruguay de avanzar con las papeleras. Pidió serenidad para resolver el conflicto y que Argentina evite los cortes de las rutas.

Fuente: Diario Clarín

URUGUAY ( 19/1/2006. Por Claudio Savoia, enviado especial Diario Clarín).- Sentado en su despacho tras una larga caminata por la rambla montevideana, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano recibió ayer a Clarín antes de comenzar su trabajo. Sorprendido por el vo lumen que cobró el conflicto por las papeleras, el veterano político socialista pidió tranquilidad para evitar incidentes, reclamó a Argentina que evite los cortes de puentes y afirmó que las obras no se detendrán. —¿Los cortes del puente a Fray Bentos y el desembarco de ecologistas en el muelle de la empresa Botnia son una escalada en el conflicto bilateral? —De parte nuestra no hay ninguna escalada. Hicimos esfuerzos innumerables para desactivar las acciones motivadas por sanas preocupaciones de la gente. Uruguay tiene derechos soberanos a decidir sobre su territorio qué es lo que impacta ambientalmente y qué no. Para eso tenemos leyes muy exigentes. Mi país está catalogado por las organizaciones internacionales como el tercero en el mundo en materia de calidad medioambiental, detrás de Finlandia y Suecia. Esos ciudadanos que penetraron nuestro territorio y perpetraron actos reñidos con la ley se tendrán que ir. —¿Se los va a deportar? —No tenemos esa figura, que sí nos aplicaron a argentinos y uruguayos las dictaduras de nuestros países, como me sucedió a mí y al canciller Taiana. —¿Hubiera imaginado entonces que años después iban a estar enfrentados por este tema? —No estamos enfrentados. Conversamos y discutimos día por medio. Como dijo mi presidente, nosotros no nos dejamos patotear, pero tampoco patoteamos a nadie. Yo creo que hay gente que busca que nos enfrentemos, a quienes no les gusta el proceso de integración. —¿Uruguay se siente patoteada por Argentina? —No, no. Nuestro Presidente se refería a Greenpeace. Es muy importante no confundir. Yo fui el martes a Fray Bentos y le pedí a la población que mantuviera la calma. Y no es fácil para los 800 obreros que tuvieron que soportar que venga un grupo y los baje de las plumas en las que trabajaban. Este tema hay que manejarlo con equilibrio y racionalidad. Porque un adoquín tirado contra un camión y una reacción de un camionero pueden derivarse en situaciones incontrolables. —¿Cuál es el peligro para que esta negociación fracase? —Hay que evitar que renazcan nacionalismos perimidos, que en general son de ultraderecha y buscan entorpecer el proceso de integración regional. Ya hay gente que dice que va a haber cortes por tiempo indeterminado. ¿El gobierno argentino debería hacer algo con los cortes? —No debería; tiene la obligación. El libre tránsito de hombres y productos en el Mercosur está consagrado en el artículo 1 del Tratado de Asunción. ¿Qué va a hacer el gobierno uruguayo si Argentina no lo hace? —Aún no estudiamos de que forma lo vamos a hacer, pero tenemos la obligación de hacer que la Argentina evite los cortes. —Esta semana el canciller argentino dijo que al informe técnico del Banco Mundial le falta información muy importante —Es una opinión. Yo creo que es un informe muy riguroso y preciso. Habrá que probar que las cosas que ahí se dicen no son ciertas. Nosotros tenemos actas de la comisión binacional en la que las dos delegaciones se ponen de acuerdo en que las plantas se pueden instalar. Tenemos un mensaje a la Nación del gobierno argentino del año 2004 en el cual dice que se han solucionado las diferencias. Y también manejamos información de las plantas de celulosa en Argentina, donde hay fábricas que trabajan con tecnología muy atrasada. —¿Uruguay está dispuesto a hacer nuevas investigaciones? —Ya las hicimos. En Uruguay la ley manda y cuando se quiere instalar un emprendimiento que puede afectar el medio ambiente tiene que hacer un informe técnico del proceso de construcción y de funcionamiento. La empresa Botnia lo hizo. Y después se convocó a asambleas abiertas con vecinos de Fray Bentos y también de Gualeguaychú. Así se tomó la decisión de autorizar la instalación de las plantas. Por eso quiero transmitir la seguridad de que no va a haber contaminación. ¿No es un buen gesto para reencarrilar la negociación suspender la construcción de las fábricas hasta aclarar las diferencias? —No, al contrario. Eso confundiría a la gente. En el emprendimiento de Botnia ya están trabajando cientos de personas, incluso muchos argentinos. Además la inversión tiene plazos que repercuten en los resultados económicos. No vamos a parar la construcción de las papeleras porque no van a contaminar. —¿Cuándo comenzarán a operar las fábricas? —El año que viene. —¿No es muy alto el costo político que está teniendo este proyecto? —Yo le pido a todo el mundo calma, tranquilidad y negociación, y que bajen los decibeles. Y no agravio de ningún modo al pueblo argentino, por el que siento un aprecio fenomenal. A mí me recibió como exiliado y me protegió. Yo no olvido eso, ni confundo una solidaridad de 30 años con una disidencia puntual. —¿Existe la posibilidad de una cumbre entre los presidentes para buscar un acuerdo? —Las negociaciones se harán en todos los niveles, pero aunque ellos participan de cada paso no podemos incendiarlos en un proceso que puede ser largo.

Fuente: Diario Clarín

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