Estrategia del gobernador de Entre Ríos |
Reclamó al bloque regional normas para evitar la contaminación del río Uruguay.
Fuente: La Nación
BUENOS AIRES (3/12/2005).- El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, insistió ayer en su cruzada contra la instalación de las plantas de pasta celulósica en su provincia, que desataron un conflicto con Uruguay y pidió a Néstor Kirchner que la semana próxima, cuando se reúnan los presidentes del Mercosur, adopten una resolución para impedir que se emplacen esas industrias contaminantes. Advirtió que el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, que apoyó la instalación de las polémicas papeleras, «será responsable por haber contaminado al pueblo correntino» si finalmente se construyen las empresas. Los pedidos y las críticas de Busti fueron durante una conferencia de prensa en la Casa de Entre Ríos, en la Capital, y fue convocada para reforzar su lucha contra las papeleras que se construyen en Fray Bentos, sobre la margen del río Uruguay, frente a la ciudad entrerriana de Gualeguaychú. «Tiene que pararse la construcción de estas industrias contaminantes hasta que se haga un estudio ambiental serio -reclamó, terminante, el gobernador-. Es un gran negocio para 20 o 30 empresas forestadoras, pero se perjudicará a millones de habitantes.» En su alegato, advirtió que los porteños también deberían preocuparse por la contaminación, porque «va a bajar por el río Uruguay». Flanqueaban a Busti el vicegobernador de Entre Ríos, Guillermo Guastavino; Gabriel Moguilner, subsecretario de Medio Ambiente provincial; Juan Carlos Vega, el abogado que patrocina a la provincia en el litigio internacional, y Oscar Vargas, representante de la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú. Los ambientalistas anunciaron que durante todo el verano realizarán deliberaciones al costado de la ruta 136, que lleva al puente internacional que une la Argentina con Uruguay, y reiteraron que no descartan entorpecer el paso de los vehículos, como ya hicieron en varias ocasiones desde que comenzó el reclamo. «Estas plantas nos van a arruinar la vida a todos. Por eso queremos molestar, en alguna medida, al turista desprevenido que va a Uruguay», dijo Héctor Rubio, otro referentes de la asamblea. Los vecinos planean frenar a todos los autos que circulen por la ruta para darles folletos y explicarles el impacto ambiental que producirán las plantas papeleras que construyen la finlandesa Botnia y la española Ence. Busti dijo a LA NACION que no autorizará el corte de la ruta, pero sí admitirá que los vecinos informen a los automovilistas de los riesgos que implica la instalación de las plantas. Los ambientalistas anunciaron para el próximo martes 6 una movilización en la ciudad de Buenos Aires. Su plan es reunirse, a las 10, frente a la embajada de Uruguay, y después marchar hasta las de España y de Finlandia. Según Busti, estas plantas «van a crear 300 puestos de trabajo permanente, pero van a dejar a cientos de personas sin trabajo». Denunció que las papeleras perjudicarán a 300.000 argentinos, que quedarán expuestos a enfermedades cancerígenas e inmunológicas, y provocarán pérdidas millonarias en la producción de la región. «Estos son los perjuicios que la Unión Europea quiere evitar, por eso traslada estos emprendimientos a la periferia, a América latina», dijo el gobernador, que recomendó a las autoridades del Mercosur que adoptaran una legislación como la europea. A lo largo de toda la conferencia, Busti se ocupó de dejar en claro que su causa cuenta con la aprobación del Presidente. «El primer argentino fuera de Entre Ríos que entendió este problema de contaminación fue Kirchner, que siempre nos apoyó», dijo. Busti se refirió también al presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que rechaza los reclamos argentinos. Tras declarar que pensaba ser «muy respetuoso», dijo: «Tengo grabaciones del presidente [uruguayo] Tabaré Vázquez cuando era candidato y hablaba en defensa del medio ambiente. Me gustaría que se pareciera más a ese Tabaré Vázquez que al actual».