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Celulosa Argentina y Forestadora Tapebicua entraron en concurso de acreedores tras paralizar sus plantas industriales

La compañía, una de las principales papeleras del país, intenta reestructurar sus finanzas; la semana pasada presentó su balance semestral cerrado al 31 de mayo, con una pérdida integral de $172.634 millones, informó el diario La Nación. La compañía, controlada por Tapebicuá Investment Company -sus accionistas principales son José Urtubey, hermano del exgobernador de Salta, Douglas Albrecht y Juan Collado-, arrastra una deuda financiera total que supera los US$128 millones.

 

Fuente: La Nación 

 

BUENOS AIRES (1/9/2025).- En un intento por reestructurar su delicada situación financiera, la papelera Celulosa Argentina, fundada en 1929 y una de las más importantes del país, informó este lunes a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que solicitó su ingreso en concurso preventivo de acreedores.

 

La compañía, controlada por Tapebicuá Investment Company -sus accionistas principales son José Urtubey, hermano del exgobernador de Salta, Douglas Albrecht y Juan Collado-, arrastra una deuda financiera total que supera los US$128 millones.

El pedido de concurso preventivo implica que la empresa buscará negociar con sus acreedores bajo supervisión judicial, con el objetivo de evitar la quiebra y poder sostener sus operaciones en medio de un contexto económico adverso, según la empresa.

Celulosa había presentado la semana pasada su balance semestral cerrado al 31 de mayo, con una pérdida integral de $172.634 millones. El contraste con el mismo período del año anterior es significativo: en aquel entonces había registrado una ganancia de $37.831 millones.

 

De acuerdo a lo expresado por la firma, el desplome responde a un fuerte retroceso de ingresos -que cayeron un 44%, hasta los $258.637 millones-, impactados por menores volúmenes de venta, la caída de precios en términos reales y la pérdida de competitividad exportadora. Aun con un plan de ajuste de costos, el margen operativo quedó en rojo.

 

Según el detalle, las ventas se derrumbaron 52% respecto del mismo período de 2024. En el mercado interno, la baja fue del 32% en toneladas, mientras que las exportaciones, aunque crecieron 104%, mostraron márgenes mucho menores.

 

La imposibilidad de trasladar a precios el incremento de costos -en dólares y con amenaza creciente de importaciones- derivó en una contracción drástica de la rentabilidad: el margen bruto cayó a -17% y el operativo, a -31%, según informaron desde la firma.

 

La crisis también se reflejó en las otras compañías del grupo. Fanapel, dedicada a papeles de impresión y escritura, facturó $19.525 millones, un 18% menos que el año anterior.

En tanto, Forestadora Tapebicuá, proveedora de materia prima, sufrió una caída del 48% en sus ingresos, en línea con la desaceleración de la construcción y problemas de financiamiento. Actualmente, según lo comunicado, la producción en esta unidad se encuentra paralizada por falta de capital de trabajo.

 

Desde Celulosa señalaron que el default de empresas agroindustriales, como Los Grobo y Surcos, junto con la incertidumbre en torno al acuerdo con el FMI, incrementó la percepción de riesgo en el mercado local. En esa línea, explicaron que varios acreedores aceleraron la cancelación de sus posiciones, lo que presionó sobre la caja de la empresa y derivó en una pérdida total de crédito comercial y bancario.

 

Asimismo, detallaron que, pese a inyecciones de capital del accionista principal por US$7,6 millones, la empresa no logró cumplir con sus obligaciones financieras, lo que obligó a informar a la Comisión Nacional de Valores (CNV) la suspensión de pagos.

“Estas circunstancias tuvieron como consecuencia principal la retracción absoluta del crédito a la sociedad, tanto financiero como comercial, debiendo pasar a operar bajo una modalidad de pago contra entrega, al contado o mediante cesión de cheques de terceros. Esta operatoria se pudo mantener durante varias semanas, hasta que la falta de capital de trabajo volvió inviable el financiamiento de la operación, debiéndose parar la producción en las plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate”, informaron desde la firma.

 

En ese contexto, Celulosa contrató a la firma VALO Columbus, especializada en banca de inversión, para llevar adelante un esquema de refinanciación que incluyó la búsqueda de nuevos socios e inversores que aporten fondos frescos y permitan recomponer el capital de trabajo.

 

“Existen varios grupos evaluando la posibilidad de ingresar como socios a Celulosa Argentina y aportar los fondos necesarios para recomponer el capital de trabajo y permitir retomar el normal funcionamiento del negocio. Los tiempos de este proceso son inciertos, pero consideramos que es probable que concluya de manera exitosa”, consideran.

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