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Los gobiernos de la Argentina y Brasil iniciarán hoy la etapa final de las negociaciones tendientes a introducir salvaguardas comerciales en la relación comercial bilateral, en medio de las quejas de los industriales del país vecino.
Fuente: APF. Mercosur
BUENOS AIRES (25/1/2006).- Después del mediodía de ayer, el secretario de Industria, Miguel Peirano recibiió en su despacho al embajador de Brasil, Mauro Vieira, quien estará acompañado por media docena de funcionarios. La discusión se desarrollará en medio de las críticas de la Confederación Nacional de Industria de Brasil (CNI) entidad que reclama a su gobiernos que no acepte el modelo de salvaguarda que propone la Argentina. En realidad, al menos de palabra, los trazos gruesos de la denominada Cláusula de Adaptación Competitiva (CAC) están ya casi resueltos y lo que resta es plasmar lo conversado en un papel. La CAC funcionará por 3 años más uno de prórroga, y se establecerá a partir de que un sector productivo pueda ser afectado por las importaciones desde el país vecino. Para ello, el país que necesita usar ese instrumento deberá demostrar el daño, lo cual se realizará a través de la Comisión de Monitoreo bilateral del Comercio Exterior creada hace poco más de dos años. A partir de ese momento, los dos países deberán instar a sus empresarios a que lleguen a un acuerdo en el plazo de 60 días y a partir de allí el país quedará habilitado a subir los aranceles. La CNI, que representa a los industriales de Brasil, tuvo que aceptar a regañadientes la aplicación de este mecanismo ante el ya escaso margen de maniobra que tiene el gobierno de Luiz Inacio de Silva respecto de las quejas de los socios del Mercosur sobre falta de equilibrio en el bloque. Los principales cuestionamientos de los empresarios es que consideran que la propuesta argentina implica la aplicación automática de barreras a sus productos. La otra objeción es que pretenden que el gobierno de Brasil controle a través de la Comisión de Monitoreo el programa de adaptación competitiva que van a tener que adoptar las empresas argentinas que piden la CAC. Por otro lado, piden garantías de que una vez aplicada una salvaguarda sus productos no se vean desplazados por importaciones de terceros países. Junto con el embajador de Brasil estarán Ruy Pereira, jefe de Gabinete de la Cancillería; José Antonio Marcondes de Carvalho, director del departamento de Integración Regional, Luiz Pereira da Silva, secretario de asuntos de Integración del Ministerio de Hacienda, y Fernando Guimaraes Furlan, director del Departamento de Defensa Comercial del Ministerio de Desarrollo. Las negociaciones seguirán el viernes próximo en Río de Janeiro, y el 31 de enero debería quedar concluida la discusión. La CNI advirtió que la creación del «mecanismo de protección comercial tendrá reflejos negativos sobre la imagen y credibilidad del Mercosur». De acuerdo a una nota de la CNI difundida aquí por un cable de la agencia AFP fechado en Brasilia, las salvaguardias compensatorias hacia algunos sectores de la industria argentina, «traerá impactos económicos negativos para los exportadores brasileños». También aseguró la CNI que tampoco ayudará «a la recuperación de la competitividad de la industria argentina». (APF.Mercosur)



