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El papel de la madera ante el cambio climático

Internacionales

Existe un consenso generalizado en la comunidad científica acerca de la seriedad del problema del cambio climático en la Tierra. La madera puede jugar un papel muy relevante frente a este cambio. Nunca hubo argumentos tan contundentes para fomentar el uso de la madera en la construcción.

Fuente: Madera Sostenible

ESPAÑA(4/8/2005).- El cambio climático viene dado como consecuencia del efecto invernadero. La Tierra recibe del Sol radiaciones de alta frecuencia, debido a que el Sol es un cuerpo muy caliente. Estas radiaciones son, en parte y fundamentalmente, reflejadas por la capa de ozono; pero la mayor parte penetran e inciden en la Tierra. Esto produce un calentamiento y, a su vez, la Tierra emite una radiación. En este caso, al estar nuestro planeta a una temperatura mucho menor que la del Sol, se trata de una radiación de baja frecuencia. Esta radiación es interceptada por una serie de gases que están en la atmósfera, de forma que se retiene esa energía. Como consecuencia de este fenómeno, la temperatura media de la Tierra está en torno a los 15º; si no existiera el efecto invernadero, la temperatura alcanzaría los -18ºC, con lo cual toda forma de vida sería prácticamente imposible. cursiva/¿Qué ha ocurrido? ¿qué es el cambio climático?/cursiva El cambio climático responde a un cambio que se ha producido en la naturaleza de este filtro; fundamentalmente en el último siglo. Y que ha traído consigo un incremento de la temperatura media del planeta de 0,6º C en los últimos cien años. La cifra puede parecer pequeña, pero sus efectos son notables: se ha producido una subida del nivel del mar, superficie y espesor del hielo en los polos está decreciendo y los glaciares retroceden… Se prevé que este fenómeno continúe. Durante el siglo XXI alcanzaremos temperaturas aún mayores, con incrementos entre los 1,5 y los 6 grados. Los gases que producen el efecto invernadero son el dióxido de carbono, el metano, compuestos fluorocarbonados, ozono, óxido nitroso… El gas más importante, al menos desde el punto de vista cuantitativo, es el dióxido de carbono, que representa en torno al 55% del volumen total. Analizada la evolución del CO2 en los últimos 300 años, se observa cómo se ha producido, sobre todo a partir de la Revolución Industrial, un incremento muy notable, particularmente en la segunda mitad del siglo XX. Este incremento ha coincidido también con el hecho de que en los años 90 se registraron las temperaturas más altas de esta última época. La correlación entre la subida de temperaturas y la presencia de CO2 se ha corroborado con otros análisis rigurosos que contrastaban datos de millones de años hasta hoy, estudiando las burbujas de aire que quedan retenidas en el hielo, etc. cursiva/¿Qué papel juega la madera en esta realidad?/cursiva La madera es un material renovable que fija el carbono. La actividad vegetal absorbe CO2 de la atmósfera y fija carbono. Por otra parte, la madera es un material que exige un bajo consumo energético en su producción, transformación y puesta en obra. Los árboles, en su metabolismo, absorben CO2 y emiten oxígeno a través de la fotosíntesis. Este CO2 absorbido forma parte de la composición de la madera. De forma muy sencilla, se ha aceptado que un metro cúbico de madera equivale a una tonelada de CO2 absorbida. Al margen de lo que sucede en el árbol al crecer, debemos tener en cuenta lo que se produce en toda la cadena monte-industria; es decir, en todo el ciclo de aprovechamiento que sigue a la producción o explotación forestal. Por un lado tenemos a los árboles absorbiendo CO2. La madera es transformada a través de la industria, bien en procesos de aserrado o de producción de tableros, en una primera transformación. Estos productos se destinan principalmente a la construcción, bien como elementos estructurales, o decorativos, etc. Al final del ciclo de vida de estos productos tenemos dos caminos: se pueden valorizar energéticamente (el CO2 retornaría a la atmósfera) o pueden ser reciclados (produciendo nuevamente tableros). Es fácil determinar qué pasos conviene dar para incrementar la absorción de CO2 Por un lado, podemos aumentar las plantaciones forestales. También podemos fomentar el reciclaje de los productos de madera al final de su ciclo de vida. El «secuestro» de carbono se prolongaría en el tiempo. Si incrementamos el uso de la madera en la construcción, también estamos haciendo que la fijación de carbono se vea intensificada. cursiva/La madera es, además, un material que requiere una menor cantidad de energía en su fabricación/cursiva Requiere cuatro veces menos energía que el hormigón, 24 veces menos que el vidrio. La desproporción frente a acero o aluminio es muchísimo mayor: hasta 130 veces menor. A su vez, si extendemos este análisis a todo el ciclo de vida del producto, es decir, no sólo a la fabricación, sino también al aprovechamiento, transporte, mecanización, puesta en obra y reciclaje, este efecto se ve amplificado. La madera es un material que tiene una muy buena relación entre su peso y sus características mecánicas; desde el punto de vista del coste de transporte es importante. Y lo mismo podríamos decir de otros aspectos como su aprovechamiento o la puesta en obra. En algunos países esta realidad se ha aprovechado para reducir las emisiones de CO2, del mismo modo que en otros países se han instalado molinos para producir energía eólica, por ejemplo. Concretamente, en Francia, como consecuencia de la promulgación de la ley para la protección del aire, derivada a su vez del protocolo de Kioto, se elaboró un plan suscrito por nueve ministerios y por ocho organizaciones sectoriales (constructores, promotores, arquitectos…) que pretende acometer una serie de acciones para incrementar de 2000 a 2010 la cantidad de madera puesta en obra: se pretende pasar de 13 millones de m3 a 17 millones, cada año, lo cual representa un incremento del 10 al 12,5% de la cuota de mercado de la madera, entre los demás materiales y productos para la construcción en aquel país. Considerando que países como Alemania están en una cuota del 15%, y que los países escandinavos o EE.UU. se mueven en niveles muy superiores, no parece una aspiración descabellada. Este incremento de 4 millones de m3 de madera puestos en obra se traduce en el almacenamiento directo de 4 millones de toneladas de CO2 / año. Si a este CO2 almacenado le añadimos el CO2 evitado o no emitido a la atmósfera, logramos un ahorro de 3 millones de toneladas de CO2. Esta suma representa un total de 7 millones de toneladas de CO2 cada año: el 14% de los compromisos de Francia en 2010. En Galicia, a través de la promoción de la energía eólica, tomando como referencia el año 2002, se consiguió un ahorro de 2 millones de Tm de CO2. Los compromisos totales de esta Comunidad para 2010 son de 12 millones de Tm de CO2. «El avance de la madera en la construcción debe hacerse de manera progresiva, teniendo en cuenta el lugar que ocupa en este momento -afirma Fernando Sanz, del CIS Madera-.» Lógicamente, no es igual la cuota de mercado de la madera en las viviendas individuales que en los garajes o en los hospitales. Por ello, se han establecido una serie de 13 categorías y tres niveles: el parámetro tomado como referencia son los decímetros cúbicos o litros de madera por metro cuadrado construido. Para que una edificación quede incluida en la clase 1, en la clase 2 ó en la clase 3, tiene que alcanzar unos niveles diferenciados según la categoría en que nos movamos. Para aplicar este criterio se ha establecido una tipificación (no todos los elementos tienen la misma cantidad de madera). Esto permite, con un sencillo cuadro de mediciones, y aplicando estos parámetros, llegar a calcular los niveles de utilización de madera que tenemos dentro de la construcción. «Estamos ante una oportunidad importante para promover un mayor uso de la madera en la construcción -concluye Fernando Sanz-. Existen ventajas técnicas que apoyan este planteamiento medioambiental. Es necesario comunicar a la sociedad y a sus consumidores estos datos, para que sean conscientes de las enormes ventajas de la madera». CIS-Madera

Fuente: Madera Sostenible

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